domingo, 11 de marzo de 2012

LA DIVISION DE LOS PANES


Según una leyenda, dos árabes que viajaban por el Damasco detuvieron su viaje para sentarse a comer. A la sombra de un naranjo camino  de en flor sacaron sus alimentos: cinco panes para  uno y tres panes para el otro. Cada uno tenía una botella de buen vino tinto.

Antes de empezar a comer se les acercó otro viajero y les dijo que lo invitaran a comer, que pagaría lo justo. Los árabes aceptaron  y dividieron sus panes en forma tal  que cada uno comió la misma cantidad. Al término del banquete, el invitado dejó ocho monedas del mismo valor como pago por los panes.

El árabe de los cinco panes tomo cinco monedas y dio tres  al de los tres panes. Sin embargo, éste último le reclamó, pues estaba seguro de que le correspondían más monedas.

A otro viajero que pasaba se le pidió que sirviera de juez.

Este aceptó, con la condición de que cada uno  le pagara una moneda. Para evitar que tomara partido, no le dijeron quien había aportado cinco y quien tres panes. Así, decidió que al de los cinco panes le correspondían siete monedas y al de los tres panes sólo una moneda. ¿Fue justa esta decisión?